La acreditación es la meta dorada de cualquier universidad y los métodos para lograrla son cada vez más truculentos. Un ejemplo de este “fast track” ocurrió en la Universidad de las Américas. La vicepresidenta del Consejo Superior de Educación, Paulina Dittborn, y el ex asesor del Ministerio de Educación Julio Castro aprobaron la acreditación como miembros del organismo que debía dirimir, y hoy tienen importantes cargos en la universidad. Detrás de este sincronizado movimiento está un grupo de amigos que viene haciendo negocios desde los ochenta, sólo que entonces en la privatizada empresa eléctrica Gener
lunes, julio 14, 2008
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